Es la más veterna de los corresponsales de TVE con 26 años de carrera en el exterior. Ha visitado en total 170 países en viajes personales de aventura y ha informado para la televisión nacional desde 93 de ellos. Se acogió al ERE de Radio Televisión Española voluntariamente «pero discrepando». Rosa María Calaf periodista y mujer ejemplar, visitó el Club de Encuentro Manuel Broseta para disertar y analizar la situación actual del periodismo mundial.
El pasado 29 de noviembre visitaba el Club de Encuentro Manuel Broseta la prestigiosa periodista Rosa María Calaf. Begoña Puigmoltó fue la encargada de presentarla al público que llenaba la sala y la definió como una «incansable viajera, periodista curiosa e insaciable que define el periodismo como un compromiso social». Tras agradecer las palabras de Puigmoltó, comenzó su conferencia afirmando con rotundidad que «el periodismo es mi vida y no sé separar lo uno de lo otro».
Durante la hora que duró su exposición diseccionó, punto a punto, y según su opinión, la situación actual del periodismo mundial y tomó prestada la frase de un colega para señalar que «está en la UVI»; aseguró también que está dominada absolutamente por el sensacionalismo, la trivialidad y la manipulación.
La ex-corresponsal para TVE pasó después a analizar la era de la tecnología y tras describir el momento como una «avalancha de comunicaciones» animó a repensar este fenómeno que, según su opinión, contribuye a la desaparición de los necesarios momentos de reflexión. Aseguró que el gran reto del periodismo es «distinguir las voces de los ecos» y afirmó también que «es curioso que en la era de la globalización la sociedad esté peor informada que nunca», ya que cabría esperar del sinfín de medios existentes una mayor pluralidad y, sin embargo, la información suele ser siempre idéntica en todos ellos. Por otra parte, calificó de «inquietante» que desaparezca el interés por lo que sucede en el exterior (información internacional), porque cada vez nos afecta más.
Rosa María Calaf quiso denunciar el hecho de que, en la actualidad, el periodismo deje de ser un servicio y se convierta en un negocio. «Parece que la política se hace desde el plató aseguró- se está deteriorando y convirtiendo en un producto que siempre ha de dar beneficios. El mercantilismo mezcla el entretenimiento y la información y esta circunstancia entraña mucho peligro».
Tuvo palabras también para los periodistas y señaló que «lo ciertamente grave es que éstos se conviertan en entretenedores». En este momento, según Calaf, el criterio de selección de noticias tiene que estar directamente relacionado con el interés social que suscitan y, así, el reportero siempre añade elementos a la puesta en escena, respondiendo a la estética cinematográfica que se espera de él y provocando, como consecuencia, una desinformación. Terminó su exposición Rosa María Calaf afirmando que «los hechos son los que son y hay que contarlos lo más honestamente posible».
Calaf ha informado para la televisión estatal desde 93 países sobre política y economía, conflictos y catástrofes, cultura y sociedad. Habla cinco idiomas, es licenciada en Derecho, Periodismo, Instituciones Europeas y Ciencias Políticas. Abrió la corresponsalía de Moscú para la Unión Soviética y la de Hong Kong para Asia-Pacífico. Ha sido corresponsal en Nueva York, Buenos Aires, Roma, Viena y China durante el año Olímpico. Entre los galardones recibidos se encuentra el premio Ondas, el «Women Toghether» de las Naciones Unidas, «A toda una vida» de la Academia de Televisión o Doctor Honoris Causa 2010 por la Universidad Miguel Hernández, entre otros. En la actualidad preside el Centro Internacional de Prensa de Barcelona que agrupa a los corresponsales extranjeros acreditados.