El pasado 27 de marzo el Club de Encuentro tuvo el placer de contar con la presencia del Prof. Juan José Gómez Cadenas, profesor del IKERBASQUE en el Donostia International Physics Center y director de experimento NEXT-Laboratorio Subterráneo Canfranc (LSC). Toda una eminencia internacional en el ámbito investigador de los neutrinos.
Además, como comentó la presidenta, Amparo Maties, en la bienvenida es una satisfacción iniciar un nuevo ciclo de Encuentros con la Ciencia de este año con “un científico con arraigo en nuestra comunidad y colaborar con actividades que supongan el fomento de la difusión de la ciencia y del conocimiento. De esa manera avanzan las sociedades”.
En este caso el encargado de presentar al ponente fue el socio, el Dr. Luis Martí Bonmatí, que hizo un breve recorrido por su extensa formación y carrera que le ha llevado en este momento a estar al frente de uno de los cuatro experimentos a nivel mundial que se están desarrollando sobre los neutrinos.
El prof. Juan José Gómez realizó una conferencia magistral en la que, sobre todo, nos quedó clara una cuestión, y es que el Universo es inacabable, está en constante expansión y nosotros, la humanidad, somos insignificantes, pero, sin embargo, somos relevantes.
Para comenzar su exposición “Todo lo que quiso saber sobre el universo y no se atrevió a preguntar”, el profesor hizo un repaso por los primeros modelos científicos que han tratado de darle respuesta al porqué estamos aquí y que se basaban en la mitología, por ejemplo, la hindú que situaba a la tierra encima de tres elefantes sobre una tortuga que estaba sobre el océano. Por su parte, la hebrea crea un cielo con sus cámaras, encima de los pilares de la tierra.
Ya un par de siglos antes se dan modelos interesantes de lo que era el universo, que planteaban la tierra plana. Por su parte, Pitágoras hacía una cosa interesante porque observaba el movimiento de los astros y decía que la tierra giraba en torno a un fuego central que no era el sol. En la Edad Media nos encontramos el modelo geocéntrico, y el resto de objetos celestes están alrededor y así hasta llegar a los epiciclos. En el siguiente salto, después de intentar describir cómo se veía la tierra y el universo, se pasa a las grandes demociones. La primera democión es que no es el centro de la tierra, está en el número 3 y es un planeta que está dando vueltas en torno al sol.
Aseguró el físico que “Una de las cosas que nos preguntamos los físicos es ¿por qué tiene esta estructura tan peculiar el universo, como una tela de araña? El tamaño del universo es inalcanzable, en 100 mil millones de años llegaríamos al fin del universo y está en permanente expansión.” El universo visible es una parte minúscula del universo total, “Somos muy muy chiquititos. La ciencia nos ha dado la posibilidad de conmovernos por su descomunal tamaño” añadió.
La visión del mundo que nos da la ciencia y la que nos da el mito es totalmente distinta. Ya que el mito siempre ha representado un mundo pequeño, pero la ciencia en cuestión de 200 años, hemos pasado de esa visión a la visión descomunal.
¿Cómo se creó este universo?
“La respuesta que da la biblia es que Dios dijo, ‘Y se hizo la luz’. Hay un instante de creación, el big bang, antes no había nada. Y esta gran explosión, en la que el universo se expande como una mega burbuja y pasa a ser grande de un solo tirón. Se sigue expandiendo y desaparece la antimateria y siguen pasando cosas.
El profesor Gómez también hizo referencia al efecto Doppler y desplazamiento rojo. Es el mismo efecto de las sirenas de la ambulancia > Las ondas de sonido de van apretando y se van alejando, y eso ocurre también con la fuente luminosa. En el universo pasa lo mismo, las galaxias las vemos o desplazarse hasta nosotros o alejarse. La Ley de Hubble-Lemaître que dice que cuando miro las galaxias me fijo que cuanto más lejos están, más al rojo se están desplazando, además que cada vez se están yendo más deprisa.”
A los 300 mil años de arrancar el universo, se hizo la luz. Lo que le pasó a la luz original es que tiene un color ultra-azul, ahora vemos unas ondas de radio diminutas, que se descubrieron por casualidad, hace unos 60 años, que es la luz primaria.
¿Qué pasó después de la inflación?
“Sabemos que la antimateria existe, y cuando se hacen experimentos y contamos cuántas partículas de materia y antimateria salen las mismas. Y cuando colisionan, generan energía y desparecen” afirmó el prof. “El universo primario debió tener la misma cantidad de materia y antimateria.”
Además del electrón se emite otra partícula más invisible. Esa partícula es misteriosa, no tiene carga eléctrica. Al gran físico Ettore Majorana se le ocurrió la idea es que los neutrinos podría ser la única partícula primaria que puede ser su propia antipartícula. En este punto, el profesor explicó que la mayor parte del universo es invisible. Casi todo lo que vemos es una pequeña parte del universo. Está hecho de un tipo de materia que se llama materia oscura.
En nuestro planeta la vida ha ido evolucionando hasta llegar al momento actual, y en nuestro caso, tal y como comentamos al principio, el profesor nos transmitió la idea de que aunque somos insignificantes en un universo tan extenso, somos relevantes. Con nosotros se cumplen varios “milagros” y es que somos seres que tenemos “una conciencia que se observa a sí misma y además, que somos capaces de dar la explicación de lo que ha pasado. De todos los universos posibles, en este hay vida y hay inteligencia.”
Y en esa línea y para finalizar la ponencia el profesor aseguró que “Una cosa bonita de ese trabajo es que es posible conectar lo infinitamente grande con lo infinitamente pequeño.” Además, quiso poner la guinda a esta clarificadora conferencia con una cita de 1887, del biólogo y filósofo británico, Thomas Henry Huxley:
“Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; desde el punto de vista intelectual estamos en una pequeña isla en medio de un océano ilimitable de inexplicabilidad. Nuestra tarea en cada generación es recuperar algo más de tierra”.