La Casa Mediterráneo ha nacido con el objetivo de convertir la diplomacia pública en herramienta para establecer relaciones de confianza mutua a partir del diálogo y el impulso de relaciones personales, institucionales y gubernamentales. Y esta es la base de lo que ha explicado hoy su directora general, Yolanda Parrado, en la ponencia que ha ofrecido en el Club de Encuentro Manuel Broseta, acompañada por su presidente, Francisco Puchol, y por el secretario autonómico de Relaciones con el Estado y con la Unión, Rafael Ripoll.
El presidente del Club de Encuentro, Francisco Puchol, ha abierto el acto incidiendo en la importancia de la Casa Mediterráneo y su irrupción en la diplomacia internacional desde la Comunidad Valenciana, un elemento más en el crecimiento exterior de los valencianos. Por su parte, Rafael Ripoll, desde su cargo de secretario autonómico para la Unión Europea, ha seguido la misma línea destacando que la puesta en marcha de esta institutición «la Comunitat se consolida como un punto de referencia en la zona, ya que la Casa del Mediterráneo contribuirá al desarrollo ecnómico y social de Alicante y convertirá a la Comunitat en paradigma de las relaciones euromediterrénas».
Durante su ponencia, la directora de la institución subrayó como misión principal de las Casas de España «el fomento de la diplomacia pública como herramienta para establecer las relaciones personales, institucionales y gubernamentales». Casa Mediterráneo es la última de las seis casas creadas en España con tal fin (Casa de América, Casa Asia, Casa Árabe, Casa SEFARAD-Israel y Casa África). El organismo, en el que participan el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Generalitat Valenciana y los Ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Jávea, busca con sus actuaciones ser un espacio de encuentro entre los 22 países que limitan el Mediterráneo y, tal y como apuntó ayer Parrado, «actuar como centro para la difusión de una política común que apoye la creación de foros y encuentros en el ámbito socioeconómico y la cooperación cultural, científica, jurídica y tecnológica entre los países ribereños».
Parrado concluyó ayer su intervención con un deseo para su recién estrenada presidencia: «Veo a Casa Mediterráneo trabajando la igualdad de género y el trato a los inmigrantes. Veo al Mediterráneo como una potencia en el mundo de las energías renovables, la cultura, las artes y el conocimiento científico, la cooperación internacional, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la apuesta por el multilateralismo eficaz y la apuesta por la paz».