Una de las consecuencias más devastadoras que ha producido la COVID-19 después de la sanitaria está siendo la económica. El confinamiento ha obligado a detener una parte fundamental de la economía y por tanto, la capacidad de generar ingresos y la pérdida de muchos empleos.
Francisco Pérez es catedrático de Análisis Económico y director de Investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, IVIE. Ha dirigido numerosos estudios sobre crecimiento económico e integración internacional, competitividad, economía regional, economía de la educación y las finanzas públicas. Además, es autor o coautor de 75 libros y más de 200 capítulos en revistas científicas nacionales e internacionales y dirigido más de 100 proyectos de investigación.
Pérez explica que la crisis económica alcanza a todos los países del mundo y España y la Comunidad Valenciana no son ajenas, sino más bien todo lo contrario, nos está afectando en mayor intensidad. Una de las razones a las que apunta el director del IVIE es la especialización en actividades que implican mayor contacto social, como el turismo.
Ante esta situación, según aclara el catedrático, el sistema público ha salido al rescate de las familias, con dos instrumentos, el primero, el de los ERTES y el segundo, el de las facilidades de financiación a las empresas, con créditos.
En su intervención para el Club de Encuentro Manuel Broseta, Pérez plantea una serie de retos, condicionados por varias incertidumbres -los posibles rebrotes y la capacidad de las empresas para remontar-, que pasan, entre otros, por evitar el excesivo riesgo que está suponiendo el endeudamiento público o generar ingresos para el sector privado.
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