La política en América Latina es una cuestión que siempre está muy presente en la agenda de los medios de comunicación españoles, pero actualmente, el punto de mira se centra en la crisis de Venezuela que acapara numerosas portadas de los diarios de nuestro país. Bajo el título “Política en América Latina ¿qué está ocurriendo?” el Club de Encuentro Manuel Broseta organizó la mesa redonda con dos reconocidos expertos en la materia como son el profesor Carlos Malamud, Catedrático de Historia de América de la UNED e investigador Principal de América Latina del Real Instituto Elcano y el profesor Joan del Alcázar, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de València. En esta ocasión, la presentación y moderación de la mesa redonda corrió a cargo del vicepresidente del Club de Encuentro, Salvador Vives.
Ambos invitados abordaron la situación actual en los países latinoamericanos y los aspectos de futuro, especialmente en el conflicto venezolano, tan presente en estos momentos. El moderador inició el debate lanzando la pregunta de si es posible hablar de una dinámica política común en América Latina. Al respecto, el profesor Malamud aseguró que en cierta medida sí, aunque con salvedades. Según apuntó, existen una serie de características que le dan a la región una unidad, pero también es verdad que cada país tiene sus propias identidades le aportan su propia impronta. Los elementos comunes son las lenguas (español y portugués), una historia compartida durante mucho tiempo y sobre todo una manera de vincularse con el mundo exterior bastante similar, pero esto no excluye para que haya grandes diversidades regionales.
Además de eso, agregó que hay fenómenos que tienen una dimensión abarcable, como por ejemplo la desafección de la democracia, la oposición a la corrupción, la preocupación por la delincuencia o seguridad ciudadana, o la revolución tecnológica y digital. En contraposición a eso, el profesor apuntó que “No es lo mismo, Brasil que Honduras o México que Paraguay”.
En la misma línea, el profesor del Alcàzar apuntó que América Latina “es un territorio grandísimo y con una pluralidad interna inmensa, pero creo que se pueden decir algunas cosas comunes que nos permiten hablar como una unidad”. Entre ellas del Alcàzar destacó que de los 10 países con mayor desigualdad, ocho son latinos. Lo mismo apuntó que sucede con el tema de la violencia, de los 50 países más violentos del mundo, 47 están en América Latina, encabezados por Brasil, Venezuela y México. Según el profesor del Alcázar, otros elementos que demuestran esa unidad geopolítica, son el militarismo y la debilidad democrática que obedece a que la política latinoamericana destaca por una bajísima eficacia social, que no ha servido para reducir las tendencias sociales a la desigualdad. “Otros problemas como el narcotráfico o la poca coordinación con otros países, son algunas de las luces y sombras que nos permiten hablar de américa latina como una realidad geopolítica” concluye de Alcázar.
¿En esa realidad, qué papel juega EEUU?
El profesor Joan del Alcázar describió a EEUU ha sido siempre un vecino muy problemático, a menudo hostil. La política exterior norteamericana ha tenido una cierta coherencia y previsibilidad, aunque no en positivo, pero ahora están en una situación muy delicada desde la incorporación del presidente Trump, que está promoviendo abiertamente un rechazo hacia sus vecinos del sur. A pesar de eso, el profesor recordó que históricamente muchas élites latinas han visto con buenos ojos al gigante americano.
Carlos Malamud por su parte, afirmó que durante mucho tiempo, la relación de EEUU se limitó durante mucho tiempo a Mexico y el Caribe, dejando a un lado el resto de países latinoamericanos. Sin embargo, a partir de la II Guerra Mundial y con el fin de la guerra fría, América Latina deja de ser un objeto de interés para EEUU. Con la llegada al poder de Trump la relación, según afirma, es peculiar, espasmódica, y con una especial obsesión por el “muro”, pero al mismo tiempo, cuenta con una excelente relación personal con el A. López Obrador (México), que tal y como asegura, “es cuanto menos curioso”.
¿Y la relación con España?
En este punto el profesor Malamud afirmó que es compleja de describir. Por un lado existe una relación histórica, una lengua compartida, pero también porque hay una relación personal y familiar. Se han vividio distintas oleadas migratorias desde un continente a otro, en los dos sentidos. Según añade, en España, la llegada de inmigrantes latinos ha tenido un impacto muy fuerte, lo que hace que las relaciones sean muy tensas. Hay relaciones de todo tipo, culturales, deportivas, políticas, etc. En ese último sentido, el profesor mencionó la influencia de España en América Latina y al revés aportando el caso concreto de la formación política de Podemos.
Para el profesor del Alcázar, los vínculos son obvios y están siempre ahí, sin embargo la influencia política ha sufrido altibajos en función del color político del Gobierno en el poder. En ese sentido, para Malamud “Evidentemente el color político influye, pero si vemos desde la Transición hasta aquí, la norma ha sido la normalidad. Otra cosa han sido los intereses de los presidentes del gobierno, algunos muy implicados como González y otros como Zapatero y Rajoy más despreocupados por la política exterior.”
Para Malamud, “Hay una falta de compromiso de España por determinadas situaciones de América Latina”.
México, ¿Quién está al frente del país?
En este punto ambos historiadores coinciden en que se trata de un personaje particular, que proyecta una imagen ambigua y que no está dando muestras de ser lo que se pretende proyectar. En opinión del investigador de Elcano, “Andres López Obrador es un personaje en sí mismo, que se presenta como un outsider de la política, cuando en realidad es un político histórico forjado en varios partidos y finalmente con su propio partido.” ¿Dónde encuadrarlo ideológicamente? Se pregunta el profesor y se responde él mismo: “Yo creo que en su casa…”. Además, considera que hay preocupación de todos los empresarios mexicanos del futuro de México. Nadie sabe qué va a pasar con México porque, según afirma Malamud, López Obrador es imprevisible. En la transición hasta que asumió el poder y en los escasos meses que lleva en su mandato ha habido señales contradictorias. Uno de los retos que tiene “Andro” en estos momentos, prosigue el profesor Malamud, es que en su triunfo no sólo conquistó la presidencia, sino también la mayoría de las dos cámaras del congreso, por lo que su capacidad de instaurar cuestiones es muy amplia. Nos encontramos con un político sumamente imprevisible.
En la misma línea, el catedrático de la Universitat de València afirmó que “Andro es un personaje poliédrico con mucha personalidad.” El profesor contextualizó la situación de este país, quinto país por PIB, pero con la mayoría por debajo de la pobreza. Muy desigual. Un país en el que el año país hubo más de 25.000 muertos, y con una militarización de la lucha contra el narcotráfico que no ha dado más que problemas. En cualquier caso, afirma del Alcázar, es un país con una desigualdad tremenda con un problema de violencia enorme, en el que se han buscado soluciones distintas sin éxito. En ese contexto accede al poder López Obrador que promete acabar con esas desigualdades, aunque lo tiene realmente complicado.
Insiste Malamud en que López Obrador “llega al poder gracias a un profunda voluntad de cambio de la sociedad mexicana. Ahora bien, “L. Obrador con sus mensajes contradictorios ha causado una gran desazón entre las élites y las empresas mexicanas.”.
¿Y Brasil?
Si hablamos de Brasil, Joan del Alcázar afirmó que la primera cuestión es la corrupción, seguido de un problema de descrédito de los políticos, de distanciamiento de los ciudadanos, la violencia y el problema económico. Afirma el profesor que la polarización de la población brasileña es muy grande y eso explica el vuelco que ha dado la política brasileña. La promesa de Bolsonaro ha sido arreglar la situación que vive el país.
Malamud, por su parte, definió de conservadora la sociedad brasileña, -hay que tener en cuenta que fue el último país en abolir la esclavitud en el siglo 19-, pero mirando al futuro, “el problema que tiene el actual gobierno es que se debate entre la ideología y el pragmatismo”, según matiza Malamud. El Gobierno cuenta con algunos ministros que representan la línea más ideologizada, frente a otros ministros, como el de Economía que tienen ideas más cercanas al neoliberalismo. Según afirmó, en este nuevo gobierno conviven tres fuerzas, por un lado ese sector más ideologizado, otro más neoliberal y pragmático y por último, los militares, que frena las líneas anteriores. Según Carlos Malamud, “el problema está en saber qué parte va a predominar y también la perdurabilidad del propio Bolsonaro, teniendo en cuenta que de los 40 días de presidente, más de la mitad no ha estado en ejercicio.” En esta situación, ha emergido la figura del vicepresidente, que a pesar de ser militar está mostrándose como un hombre de centro, más pragmático.
Venezuela, ¿Tiene algo que ver la situación política con el precio del petróleo?
Para el profesor Malamud, cuando Hugo Chávez llega al gobierno en el 1999 el barril estaba en 13-14 dólares y fue fluctuando. Cuando él llega al gobierno, Petróleos de Venezuela (PDVSA) producía 3 millones diarios de barril, frente al día de hoy que produce por debajo del millón. PDVESA pasa de ser una empresa eficiente y con amplias ganancias, al extremo opuesto y con el agravante de tener una producción muy inferior. El problema fue, según explica Malamud, que las ganancias de PDVSA a pesar de ser cuantiosas nunca se invirtieron en la mejora de las instalaciones y el mantenimiento, lo que ha conllevado la degradación. Para él, la crisis pues, se debe más a una mala gestión y eso es algo que heredó el presidente Maduro de la época de Chávez.
En ese sentido, el profesor Malamud lanzó una interesante cuestión y es el hecho de que la producción de petróleo de Venezuela, descontada una parte mínima al consumo interno, un porcentaje importante va a Rusia y China, otra va a CUBA y únicamente un 40% sigue destinándose a EEUU que es el único que lo compra al contado. Por tanto, afirma “Nos encontramos con la gran paradoja que son los dólares americanos que están financiando la revolución bolivariana.”
Para el profesor Malamud, Juan Guaidó es un joven político que ha sido capaz de estar en el lugar indicado en el momento adecuado y que se hace con el control en un momento en el cual la oposición y la sociedad estaba desmoralizada. Además, ha sido capaz de poner en marcha una dinámica con los cabildos abiertos y lograr atraer la atención de Trump (EEUU) y otros países europeos y Canadá. “No es el adalid, pero encarna una esperanza y él mismo se ve fuerte por el apoyo internacional, aunque de momento es insuficiente” matiza el profesor Malamud.
Ahora bien, el profesor Malamud lo tiene claro, “Lo que pase en Venezuela depende lo que ocurra en las calles de Venezuela y en la política de Venezuela. No creo que haya una guerra civil, aunque la salida no será pacífica”. El profesor asegura que las armas están de un solo lado, la fuerza armada bolivariana y que por tanto es muy difícil que estalle un conflicto armado. ¿Qué ocurrirá el día de mañana si una parte militar decida unirse a Guaidó? Según Malamud, todo depende de la reacción de los que se queden y de las garantías internacionales.
Menos positivo se mostró el profesor del Alcázar que ve como probable un levantamiento violento. Afirma del Alcázar que “desde que Maduro ganó las elecciones en 2013, con en torno a un 50%, se han ninguneado y apartado al otro 50%. Hay altísimos niveles de violencia, Caracas es la tercera ciudad más violenta de América Latina”. La exigencia de la salida de Maduro tendría que ser aceptada por los que operan como partidarios de él. Si el ejército se mantiene unido, la situación será una, pero si se fracciona, el futuro será bien diferente, sentencia del Alcázar.
A la actividad acudieron la Rectora de la Universitat de València, Mª Vicenta Mestre, el presidente de la Audiencia Provincial de València, Fernando de Rosa, así como representantes de los colegios profesionales y los cónsules de Uruguay y Guatemala en Valencia.